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¿Cuál fue el momento crucial en tu vida que te llevó a elegir la carrera de supervisor de obra?
Bueno, la elección de convertirme en supervisor de obra fue un proceso evolutivo marcado por una combinación de factores. Desde joven, siempre tuve una afinidad hacia la construcción, y creo que parte de eso se debe a que mi padre era arquitecto. Recuerdo pasar horas observándolo trabajar en planos y visitando obras con él. Aquella exposición temprana a la creatividad y el desafío técnico inherentemente ligados a la construcción despertó mi interés.
Sin embargo, el momento crucial que realmente consolidó mi decisión ocurrió durante un verano, cuando conseguí un trabajo temporal en una obra local. Fue la primera vez que estuve verdaderamente inmerso en el entorno de la construcción, y descubrí una fascinación genuina por la coordinación, el diseño estructural y la dinámica del equipo. A medida que observaba a los supervisores en acción, me di cuenta de la importancia crítica de su rol en la materialización de proyectos arquitectónicos.
El punto de inflexión llegó cuando me asignaron la tarea de asistir a uno de los supervisores en la inspección diaria de la obra. Fue en ese momento que experimenté la conexión palpable entre el diseño conceptual y su manifestación física. La habilidad del supervisor para traducir los planos en una realidad tangible, enfrentando desafíos logísticos y garantizando la calidad en cada etapa del proceso, me cautivó por completo.
Esa experiencia, combinada con la influencia inspiradora de mi padre, me llevó a decidirme por la carrera de supervisor de obra. Quería ser parte de ese proceso creativo y técnico que transforma visiones abstractas en edificaciones concretas. Desde entonces, he abrazado con pasión mi papel, encontrando gratificación en cada detalle que contribuye a la construcción de un legado arquitectónico.
«La construcción va más allá de cimientos y estructuras; es un arte que requiere liderazgo y visión. Mario, con su experiencia de muchos años como supervisor de obra, no solo lidera equipos, sino que levanta la moral y el espíritu de cada trabajador. En cada día de trabajo, su determinación se convierte en el andamio sobre el cual se construyen no solo edificios, sino también carreras y sueños.»

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Habiendo acumulado 43 años de experiencia, ¿cómo describirías la evolución de la construcción a lo largo de tu carrera y cuáles son los mayores cambios que has presenciado?
La evolución en la industria de la construcción a lo largo de mis años de experiencia ha sido notable y, en muchos sentidos, transformadora. Cuando comencé mi carrera como supervisor de obra, las herramientas y técnicas eran considerablemente más tradicionales en comparación con las innovaciones de hoy en día. El uso de tecnologías avanzadas, como el modelado de información de construcción (BIM), drones para inspecciones y sistemas de gestión de proyectos en línea, ha sido uno de los cambios más notables.
La globalización ha tenido un impacto significativo en la construcción. La capacidad de acceder a materiales y tecnologías de cualquier parte del mundo ha ampliado las posibilidades de diseño y ha permitido una mayor diversidad en los proyectos. Las colaboraciones internacionales son más comunes, lo que ha enriquecido la perspectiva y el enfoque en la ejecución de proyectos a gran escala.
Otro cambio significativo ha sido la implementación de prácticas más seguras en las obras. La conciencia sobre la seguridad laboral ha aumentado, y las regulaciones y tecnologías para prevenir accidentes y mejorar la salud de los trabajadores han avanzado considerablemente. La prioridad en la seguridad ha llevado a un entorno laboral más saludable y a una reducción sustancial en incidentes.
La construcción ha pasado de métodos tradicionales a una era de innovación tecnológica y sostenibilidad, con una mentalidad más global y un enfoque más enfocado en la seguridad y el medio ambiente. Este viaje continuo de transformación es lo que hace que trabajar en la construcción sea apasionante y desafiante, y me siento afortunado de haber sido testigo y parte de esta evolución dinámica.
¿Hay algún proyecto en particular que recuerdes con especial cariño o que te haya dejado una huella duradera en tu carrera como supervisor de obra?
Sin duda, a lo largo de mi extensa carrera como supervisor de obra, ha habido proyectos que han dejado una huella profunda en mi corazón y mente. Uno de esos proyectos que recuerdo con especial cariño fue la construcción de un centro comunitario en el corazón de una zona urbana densamente poblada.
Este proyecto no solo representó un desafío arquitectónico y logístico, sino que también fue una oportunidad para impactar positivamente en la vida de la comunidad circundante. Desde la planificación inicial hasta la finalización, cada etapa estuvo imbuida de un sentido de propósito y responsabilidad hacia las personas que se beneficiarían del espacio que estábamos creando.
La conexión personal con este proyecto se intensificó cuando presenciamos cómo la comunidad se involucraba activamente en el proceso. Hubo momentos en los que los residentes locales participaron como voluntarios, contribuyendo con su tiempo y esfuerzo para construir algo que sería suyo. Fue un testimonio conmovedor de cómo la construcción no solo se trata de erigir estructuras, sino de construir comunidades y fomentar un sentido de pertenencia.
Ver la transformación desde un terreno vacío hasta un vibrante centro comunitario, lleno de vida y actividades, dejó una huella duradera en mi percepción de la construcción como una herramienta para el cambio positivo. Este proyecto reforzó mi convicción de que el trabajo de un supervisor de obra va más allá de simplemente dirigir la construcción; es sobre construir historias y dejar un impacto duradero en las vidas de las personas.
Así que, sin duda, este proyecto en particular ocupa un lugar especial en mi memoria y ha sido un recordatorio constante de la importancia de la construcción con propósito y la influencia positiva que podemos tener en las comunidades que servimos.

ANOTACIONES BIOGRÁFICAS
Mario, a sus 43 años, es más que un supervisor de obra; es la personificación de la excelencia en la construcción. Con una carrera que abarca décadas, ha cimentado su reputación como un líder visionario y un experto en transformar esbozos arquitectónicos en majestuosas realidades. Desde sus inicios, su dedicación incansable y su habilidad para enfrentar desafíos han sido el fundamento de una carrera impresionante.
Con una mirada aguda y una experiencia acumulada a lo largo de los años, no solo supervisa obras, sino que infunde cada proyecto con una maestría que va más allá de la técnica. Cada viga, cada columna, lleva la marca de su atención meticulosa y su visión única. Su habilidad para fusionar la estética con la funcionalidad ha resultado en obras que no solo resisten el paso del tiempo, sino que también dejan una impresión duradera en el paisaje urbano.
Como mentor, ha guiado a generaciones de profesionales en la construcción, compartiendo no solo su experiencia técnica, sino también su filosofía de trabajo arraigada en la pasión y la dedicación. Su capacidad para inspirar y colaborar ha trascendido las barreras profesionales, convirtiéndolo en un líder respetado y admirado por colegas y subalternos por igual.
Aunque su carrera ya está marcada por innumerables éxitos, para el, la construcción va más allá de la obra física; es la construcción de un legado duradero. Con su mirada puesta en el futuro, sigue desafiando límites, guiando equipos y construyendo no solo estructuras, sino también un legado arquitectónico que perdurará mucho después de que el último ladrillo sea colocado. A sus 43 años, sigue siendo el arquitecto de su propio destino, y su contribución al mundo de la construcción es una narrativa en constante evolución de visión, pasión y logros excepcionales.

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Hablemos de desafíos. ¿Cuál consideras que ha sido el mayor desafío que has enfrentado en una obra y cómo lo superaste?
En mi extensa carrera como supervisor de obra, uno de los mayores desafíos que enfrenté fue durante la construcción de un rascacielos en el corazón de la ciudad. El proyecto en sí ya era ambicioso, pero enfrentamos una serie de desafíos logísticos y técnicos que pusieron a prueba no solo mis habilidades como supervisor, sino también la resistencia de todo el equipo.
El principal desafío surgió cuando nos enfrentamos a condiciones del suelo imprevistas durante las excavaciones. Descubrimos una capa rocosa mucho más densa de lo anticipado, lo que complicó significativamente la planificación original y aumentó el riesgo de retrasos considerables. La presión estaba en aumento, ya que el plazo del proyecto era ajustado y cualquier demora tendría repercusiones significativas.
La clave para superar este desafío fue la adaptabilidad y la colaboración. Reuní a expertos geotécnicos y ingenieros para desarrollar una estrategia de excavación modificada que permitiera sortear las dificultades del terreno. Esto no solo requería ajustar el cronograma, sino también replantear la logística de entrega de materiales y reorganizar los equipos de trabajo de manera eficiente.
La comunicación transparente con todas las partes interesadas fue esencial. Mantuve a los inversionistas informados sobre los desafíos y las soluciones propuestas, lo que generó confianza y apoyo durante el proceso. Además, trabajé estrechamente con el equipo de construcción para mantener altos niveles de motivación y enfoque, a pesar de las complicaciones.
El resultado final fue un rascacielos que se erigió con éxito, a pesar de los desafíos inesperados. Esta experiencia no solo fortaleció mis habilidades de resolución de problemas, sino que también demostró la importancia de la flexibilidad y la colaboración en la industria de la construcción. Cada desafío es una oportunidad para aprender y mejorar, y este episodio en particular destacó la importancia de enfrentar los obstáculos con determinación y enfoque para lograr el éxito final del proyecto.
En tu rol de mentor, ¿puedes compartir una experiencia donde sentiste que impactaste significativamente en el desarrollo de un miembro de tu equipo?
El papel de mentoría es una faceta de mi carrera que valoro enormemente, y hay una experiencia en particular que destaco como un momento significativo en el desarrollo de uno de los miembros de mi equipo.
Había un joven arquitecto en el equipo, recién graduado y lleno de entusiasmo, pero al mismo tiempo, enfrentando ciertas dudas sobre su capacidad para enfrentar los desafíos del mundo de la construcción. Decidí dedicar tiempo a trabajar más estrechamente con él, no solo en términos de proyectos específicos, sino también en su crecimiento profesional y confianza personal.
Hubo un proyecto específico, un complejo residencial, en el que le asigné un papel más destacado de lo que había hecho anteriormente. Noté su preocupación y nerviosismo, así que me propuse no solo guiarlo en aspectos técnicos, sino también proporcionar apoyo emocional y fomentar un ambiente de aprendizaje positivo.
Durante el curso del proyecto, implementamos sesiones regulares de retroalimentación y mentoría. Compartí experiencias de mis propios primeros días en la industria, destacando que todos enfrentamos desafíos al principio, pero esas experiencias son fundamentales para el crecimiento profesional.
Delegué responsabilidades específicas que desafiaron sus habilidades, pero siempre con un respaldo de apoyo. Esto le permitió ganar confianza gradualmente y ver sus propias habilidades en acción. Celebramos cada pequeño logro y aprendizaje, construyendo así una base sólida para su desarrollo.
Lo más gratificante fue ver cómo, a lo largo del proyecto, su actitud pasó de la duda a la confianza. Se volvió más proactivo, presentando ideas y soluciones, y su contribución al proyecto fue excepcional. Al finalizar el proyecto, me expresó su agradecimiento por la mentoría y cómo había transformado su percepción de sí mismo como profesional de la construcción.
Esta experiencia solidificó mi creencia en el poder de la mentoría para impactar positivamente en las carreras de los demás. La inversión en el desarrollo personal y profesional de los miembros del equipo no solo beneficia a la persona individual, sino que también contribuye al éxito general y la cohesión del equipo. Es un recordatorio constante de que, como líder, mi responsabilidad va más allá de la supervisión de proyectos; también implica nutrir y guiar a aquellos que están en el camino de construir sus propias carreras.
¿Cómo encuentras el equilibrio entre la estética y la funcionalidad al supervisar la construcción de un edificio?
Encontrar el equilibrio entre la estética y la funcionalidad es una parte intrínseca de mi labor como supervisor de obra, y es una tarea que abordo con cuidado y consideración en cada proyecto. La clave radica en reconocer que la estética y la funcionalidad no son entidades separadas, sino elementos interconectados que deben fusionarse armoniosamente para lograr un proyecto exitoso.
Desde las etapas iniciales de planificación, colaboro estrechamente con los arquitectos y diseñadores para comprender la visión estética del proyecto. Esta colaboración temprana permite integrar elementos estéticos de manera orgánica en el diseño estructural y funcional del edificio. Es crucial entender cómo los aspectos visuales impactan la eficiencia y la practicidad del espacio.
Durante la ejecución del proyecto, mantengo una comunicación abierta y fluida con el equipo de diseño y los contratistas para abordar cualquier desafío que pueda surgir en tiempo real. La capacidad de tomar decisiones rápidas y efectivas es esencial para asegurar que los aspectos estéticos no comprometan la funcionalidad del edificio y viceversa.
En ocasiones, enfrentamos decisiones difíciles donde la estética y la funcionalidad pueden entrar en conflicto. En estos casos, mi enfoque es buscar soluciones creativas que puedan satisfacer ambos aspectos. A veces, esto implica buscar alternativas de diseño que mantengan la integridad estética sin sacrificar la eficiencia operativa del espacio.
Tengo en cuenta las últimas tendencias en diseño sostenible y tecnologías innovadoras. Integrar elementos funcionales que también contribuyan a la eficiencia energética y la sostenibilidad agrega un valor adicional al proyecto, al tiempo que respeta las consideraciones estéticas.
Encontrar el equilibrio entre la estética y la funcionalidad implica una colaboración constante, una comunicación efectiva y una disposición para adaptarse a medida que evoluciona el proyecto. La construcción exitosa no se trata solo de edificar estructuras visualmente impactantes, sino también de crear espacios que funcionen de manera eficiente y mejoren la calidad de vida de quienes los utilizan. Este equilibrio es fundamental para la creación de proyectos arquitectónicos significativos y sostenibles.
A lo largo de tu carrera, ¿hay algún error del cual hayas aprendido especialmente, y cómo ha influido en tu enfoque profesional?
A lo largo de mis años como supervisor de obra, hay un error en particular que destaco como una lección invaluable y que ha dejado una marca indeleble en mi enfoque profesional. Ocurrió en los primeros años de mi carrera, cuando estaba supervisando la construcción de un complejo residencial de gran envergadura.
El error en cuestión estaba relacionado con una falta de comunicación efectiva entre los diferentes equipos en la obra. Hubo una discrepancia en la interpretación de los planos entre el equipo de diseño y el equipo de construcción, lo que resultó en la colocación incorrecta de algunas paredes y estructuras. Este malentendido, aunque corregido más tarde, generó retrasos y costos adicionales.
La lección fundamental que aprendí de este error fue la importancia crítica de la comunicación clara y la coordinación efectiva entre todos los involucrados en un proyecto de construcción. Desde entonces, he implementado medidas más rigurosas para garantizar una comprensión común de los planos y especificaciones entre los equipos de diseño y construcción.
Este episodio me motivó a ser proactivo en la identificación temprana de posibles discrepancias o ambigüedades en los planos. Realizo reuniones regulares de revisión con los equipos para abordar cualquier pregunta o inquietud antes de que se conviertan en problemas en el sitio de construcción. La prevención de malentendidos se ha convertido en una prioridad para mí.
También he fomentado una cultura de transparencia y colaboración dentro de los equipos de trabajo. Incentivo a los miembros del equipo a comunicar cualquier inquietud o pregunta que puedan tener, fomentando un ambiente en el que la comunicación abierta es valorada y considerada como una herramienta esencial para el éxito del proyecto.
Este error ha influido significativamente en mi enfoque profesional, convirtiéndose en una recordatorio constante de que la comunicación efectiva es el pegamento que mantiene unido un proyecto de construcción. Aprendí que abordar los problemas de comunicación de manera proactiva puede prevenir complicaciones innecesarias y garantizar un flujo de trabajo más eficiente y colaborativo. En lugar de ver el error como un fracaso, lo considero una oportunidad de aprendizaje que ha mejorado mi capacidad para liderar equipos y entregar proyectos exitosos.
¿Cómo defines el éxito en tu profesión y cuáles son los indicadores que consideras más importantes al evaluar un proyecto terminado?
Defino el éxito en mi profesión como la capacidad de entregar proyectos de construcción que no solo cumplen con los requisitos técnicos y estéticos, sino que también satisfacen las necesidades y expectativas del cliente y la comunidad. Para mí, el éxito no es solo la finalización de un edificio, sino la creación de un espacio funcional y sostenible que deja un impacto positivo duradero.
Al evaluar un proyecto terminado, hay varios indicadores que considero esenciales para determinar su éxito:
Uno de los indicadores más cruciales es la satisfacción del cliente. Si el cliente está contento con el resultado final y siente que sus expectativas han sido superadas, considero que el proyecto es un éxito.
La capacidad de entregar el proyecto dentro del cronograma establecido y sin exceder el presupuesto es un indicador importante de éxito. La gestión eficiente de recursos y la planificación cuidadosa son fundamentales en este aspecto.
La calidad de la construcción es esencial. Evalúo la solidez estructural, la durabilidad de los materiales utilizados y la precisión en la ejecución. Una construcción de alta calidad es la base de la satisfacción a largo plazo.
En la era actual, la consideración de prácticas sostenibles es esencial. Evalúo el impacto ambiental del proyecto y la implementación de medidas para mejorar la eficiencia energética y reducir la huella ecológica.
La incorporación de tecnologías innovadoras y soluciones creativas es un indicador de éxito. Busco la aplicación de prácticas y sistemas que mejoren la eficiencia y la funcionalidad del edificio.
Considero el impacto del proyecto en la comunidad circundante. Un proyecto exitoso debería mejorar la calidad de vida de las personas, ya sea a través de nuevos espacios públicos, servicios o mejoras en la infraestructura.
La seguridad de los trabajadores es una prioridad. Un proyecto exitoso debe haberse llevado a cabo sin incidentes graves y con un enfoque constante en la seguridad laboral.
La capacidad de adaptarse a cambios imprevistos durante el proceso de construcción es un indicador clave de éxito. La flexibilidad y la resiliencia son esenciales en un entorno dinámico de construcción.
Al evaluar estos indicadores de éxito, busco lograr un equilibrio armonioso entre la estética y la funcionalidad, asegurándome de que el proyecto no solo sea visualmente impactante, sino que también cumpla con su propósito original de manera eficiente y sostenible. La medida última del éxito es el legado que el proyecto deja en la comunidad y en la industria de la construcción.
En un mundo cada vez más digital, ¿cómo has incorporado la tecnología en tu enfoque de supervisión de obras?
La incorporación de tecnología en mi enfoque de supervisión de obras ha sido una parte esencial de mantenerme al día con las demandas cambiantes de la industria de la construcción en un mundo cada vez más digital. Aquí hay algunas formas en que he integrado la tecnología en mi enfoque:
Utilizo BIM para crear modelos tridimensionales detallados de los proyectos. Esto facilita la visualización y colaboración entre los miembros del equipo, mejorando la precisión en la planificación y ejecución de la construcción.
Implemento software de gestión de proyectos para optimizar la planificación, el seguimiento del progreso y la asignación eficiente de recursos. Estas herramientas permiten una comunicación más efectiva entre los diferentes equipos y garantizan un flujo de trabajo coordinado.
La utilización de drones para inspecciones aéreas ha demostrado ser valiosa. Esto no solo mejora la seguridad al reducir la necesidad de inspecciones manuales en áreas de difícil acceso, sino que también proporciona datos visuales detallados para evaluar el progreso y la calidad de la construcción.
La AR y VR son herramientas poderosas para la visualización de proyectos. Uso estas tecnologías para presentar diseños a clientes de una manera más inmersiva, permitiéndoles experimentar virtualmente con el espacio antes de que se construya.
La instalación de sistemas de monitoreo remoto me permite supervisar la obra a distancia. Estos sistemas ofrecen información en tiempo real sobre el rendimiento de la construcción, lo que facilita la toma de decisiones rápidas y la identificación temprana de posibles problemas.
Utilizo aplicaciones móviles específicas para la construcción que facilitan la comunicación en el sitio. Esto incluye la documentación de informes diarios, seguimiento de avances y coordinación de tareas entre los miembros del equipo.
La implementación de sensores inteligentes y dispositivos IoT en la construcción permite monitorear el rendimiento de las estructuras en tiempo real. Esto contribuye a la gestión proactiva del mantenimiento y la identificación temprana de posibles problemas.
Mantengo a mi equipo actualizado con la formación en las últimas tecnologías emergentes en la construcción. Esto asegura que estemos aprovechando al máximo las herramientas disponibles y optimizando nuestros procesos de trabajo.
La adopción de estas tecnologías no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también permite una supervisión más precisa y una toma de decisiones informada. En un entorno de construcción cada vez más digital, la integración de tecnología es esencial para mantenerse competitivo y ofrecer proyectos de alta calidad.
¿Cuál es tu enfoque para motivar a tu equipo y mantener altos niveles de rendimiento y compromiso?
Motivar a mi equipo y mantener altos niveles de rendimiento y compromiso es fundamental para el éxito de cualquier proyecto de construcción. Mi enfoque se basa en una combinación de liderazgo inspirador, comunicación efectiva y la creación de un ambiente de trabajo que fomente la colaboración y el crecimiento personal. Aquí hay algunas estrategias que aplico:
Establezco una comunicación transparente desde el principio. Todos en el equipo deben comprender claramente los objetivos del proyecto, sus roles y cómo su contribución impacta en el éxito general. Mantengo líneas de comunicación abiertas para abordar inquietudes y fomentar la retroalimentación constante.
Delego responsabilidades de manera estratégica, brindando a cada miembro del equipo la oportunidad de asumir roles significativos. Esto no solo empodera a los individuos, sino que también fomenta un sentido de responsabilidad y pertenencia al proyecto.
Reconozco y celebro los logros, ya sean grandes o pequeños. El reconocimiento público y la expresión de gratitud refuerzan el valor del trabajo individual y colectivo, y fomentan un ambiente positivo.
Invierto en el desarrollo profesional de mi equipo. Facilito oportunidades para capacitación, talleres y participación en conferencias. Esto no solo mejora las habilidades técnicas, sino que también demuestra mi compromiso con su crecimiento y desarrollo personal.
Cultivo un ambiente de trabajo positivo y colaborativo. Fomento el compañerismo y el apoyo mutuo. Un equipo que se siente respaldado y valorado es más propenso a trabajar con entusiasmo y compromiso.
Establezco metas claras y alcanzables para el equipo. Las metas deben ser desafiantes pero realistas, y alinear los objetivos del proyecto con las aspiraciones individuales de los miembros del equipo.
Reconozco la importancia de la flexibilidad y la adaptabilidad en un entorno de construcción. Abordo los cambios y desafíos con una mentalidad abierta y aliento al equipo a hacer lo mismo.
Me preocupo por el bienestar físico y emocional de mi equipo. Entiendo las demandas físicas y mentales de la construcción y procuro proporcionar un ambiente que promueva el equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Mi enfoque para motivar a mi equipo se basa en el liderazgo consciente, la comunicación efectiva y la creación de un entorno que nutra el crecimiento y el compromiso. Creo en el poder de un equipo motivado y comprometido para superar desafíos y entregar proyectos de construcción excepcionales.
Hablemos sobre tu día a día. ¿Cómo estructuras tu jornada laboral para garantizar una supervisión efectiva y eficiente de los proyectos?
Mi día a día se estructura cuidadosamente para asegurar una supervisión efectiva y eficiente de los proyectos. Aquí te doy un vistazo a cómo organizo mi jornada laboral:
Comienzo temprano en la mañana para aprovechar las horas más productivas del día. La primera parte de mi jornada se dedica a la planificación. Reviso el progreso del proyecto, consulto informes diarios y establezco las prioridades para el día.
Programo reuniones estratégicas con el equipo de liderazgo del proyecto y otros miembros clave. Estas reuniones se centran en discutir cualquier problema actual, coordinar actividades futuras y asegurarme de que todos estén alineados con los objetivos del proyecto.
Parte importante de mi día se dedica a realizar inspecciones en el sitio de construcción. Esta es una oportunidad para evaluar el progreso, abordar problemas potenciales y garantizar que la ejecución esté en línea con los estándares de calidad.
Dedico tiempo a la gestión de documentación. Esto incluye revisar informes diarios, actualizar registros de progreso, y mantener la documentación del proyecto actualizada. Una gestión eficiente de la documentación es clave para una supervisión efectiva.
Mantengo líneas de comunicación abiertas durante todo el día. Respondo correos electrónicos, mensajes y consultas de manera oportuna. La comunicación constante es esencial para abordar problemas de manera proactiva y mantener a todos informados.
Programo reuniones regulares con contratistas y subcontratistas para asegurarme de que estén alineados con los plazos y las expectativas. Estas reuniones son oportunidades para abordar cualquier preocupación y garantizar una colaboración eficiente.
Dedico parte de mi día a mantenerme actualizado sobre las últimas tendencias y tecnologías en la industria de la construcción. Esto puede incluir la lectura de artículos, participación en seminarios web o asistencia a eventos relevantes.
Al final del día, dedico tiempo a evaluar el progreso del día y planificar las actividades del día siguiente. Esto incluye revisar la lista de tareas pendientes, establecer metas y preparar cualquier información necesaria para reuniones futuras.
La estructura de mi jornada laboral está diseñada para ser flexible, permitiendo adaptarme a cambios y desafíos inesperados. La clave está en la organización, la priorización y la capacidad de respuesta a medida que evolucionan los proyectos.
¿Cuál es la lección más valiosa que has aprendido a lo largo de los años como supervisor de obra y que te gustaría transmitir a las generaciones más jóvenes que ingresan a la industria?
La lección más valiosa que he aprendido a lo largo de los años como supervisor de obra es la importancia de la adaptabilidad y la capacidad de aprender constantemente. La industria de la construcción es dinámica, con tecnologías emergentes, cambios en las regulaciones y desafíos únicos que surgen en cada proyecto.
La capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias, aprender de cada experiencia y abrazar el cambio es esencial para tener éxito a largo plazo en esta profesión. Aquí hay algunas ideas que me gustaría transmitir a las generaciones más jóvenes que ingresan a la industria:
Cada proyecto, ya sea grande o pequeño, ofrece lecciones valiosas. Aprende tanto de los éxitos como de los desafíos. Reflexiona sobre lo que funcionó bien y busca oportunidades de mejora en cada experiencia.
La tecnología y las prácticas en la construcción evolucionan constantemente. Mantente actualizado sobre las últimas tendencias y tecnologías emergentes. La capacidad de integrar nuevas herramientas y enfoques te hará más efectivo como supervisor.
La construcción es un negocio de relaciones. Cultiva relaciones sólidas con colegas, contratistas, subcontratistas y otros profesionales en la industria. La red de contactos no solo facilita la colaboración, sino que también puede abrir puertas a nuevas oportunidades.
Un buen supervisor no solo gestiona proyectos, sino que también inspira y lidera equipos. Desarrolla habilidades de liderazgo que fomenten la colaboración, la motivación y el respeto dentro del equipo.
La seguridad en la construcción es primordial. Asegúrate de que la seguridad de tu equipo sea siempre una prioridad. Esto no solo protege a los trabajadores, sino que también contribuye a la eficiencia y al éxito general del proyecto.
La comunicación efectiva es clave. Aprende a comunicarte claramente con diferentes partes interesadas, desde clientes hasta miembros del equipo. La capacidad de transmitir información de manera precisa y comprensible es fundamental.
La construcción a menudo presenta desafíos inesperados. Desarrolla resiliencia y la capacidad de abordar problemas con calma y eficacia. La actitud positiva frente a los desafíos es esencial.
Busca mentores que te guíen y compartan su experiencia. Al mismo tiempo, considera ser mentor para otros. La mentoría es una forma invaluable de aprender y contribuir al crecimiento profesional de los demás.
La adaptabilidad, el aprendizaje continuo y las habilidades interpersonales son clave en la industria de la construcción. Mantente apasionado, abierto a nuevas experiencias y comprometido con el crecimiento personal y profesional. La construcción es una profesión gratificante, y la capacidad de evolucionar con la industria te llevará lejos.
¿Cuál es el aspecto más gratificante de tu trabajo como supervisor de obra?
Una de las partes más gratificantes de mi trabajo como supervisor de obra es ver cómo se materializan los proyectos que he supervisado. Cada edificio, cada estructura es el resultado tangible de meses, a veces años, de planificación, trabajo arduo y colaboración.
La sensación de ver un proyecto completado, de pararse frente a un edificio que ha pasado de ser solo un concepto en papel a una realidad física, es verdaderamente gratificante. Es un recordatorio tangible del impacto que la construcción tiene en la configuración de comunidades y en la vida cotidiana de las personas.
El trabajo en la construcción es único en el sentido de que puedes ver y tocar los frutos de tu labor. No es solo un informe en una pantalla o un proyecto abstracto; es una estructura física que tiene un propósito, ya sea proporcionar un espacio habitable, una instalación comercial o cualquier otra función.
Otra fuente de gratificación es el trabajo en equipo. Colaborar con un grupo diverso de profesionales, desde arquitectos hasta contratistas, y ver cómo cada uno aporta sus habilidades únicas para lograr un objetivo común es emocionante. La construcción es un esfuerzo conjunto que requiere la contribución de muchos, y ver esa colaboración en acción es increíblemente satisfactorio.
La gratificación en mi trabajo proviene de la capacidad de crear, de ver proyectos tomar forma y de ser parte de un proceso que tiene un impacto tangible en el entorno que nos rodea. Cada proyecto es una historia, y ser el supervisor de obra me permite ser un narrador activo en ese proceso de creación.
En términos de desarrollo profesional, ¿cuáles son tus metas a futuro o algún proyecto que aún sueñas con llevar a cabo?
En términos de desarrollo profesional, tengo varias metas a futuro que buscan tanto mi crecimiento personal como contribuir de manera significativa a la industria de la construcción. Uno de los proyectos que aún sueño con llevar a cabo es liderar un proyecto emblemático que no solo destaque por su complejidad técnica, sino también por su impacto positivo en la comunidad y su enfoque sostenible.
Aquí hay algunas de mis metas y sueños a futuro:
Me gustaría liderar proyectos que incorporen prácticas de construcción sostenible y enfoques innovadores para reducir la huella ambiental. La sostenibilidad es cada vez más crucial en la construcción, y quiero ser parte de proyectos que demuestren cómo podemos construir de manera responsable.
La tecnología en la construcción está evolucionando rápidamente. Quiero seguir explorando y adoptando tecnologías emergentes, como inteligencia artificial, realidad aumentada y nuevas metodologías de construcción, para mejorar la eficiencia y la calidad de los proyectos.
Me gustaría compartir mi experiencia y conocimientos a través de la formación profesional. Contribuir al desarrollo de la próxima generación de profesionales de la construcción es una forma de devolver a la industria y asegurarme de que esté bien equipada para el futuro.
Además de proyectos comerciales, tengo la aspiración de participar en proyectos de impacto social. Esto podría incluir la construcción de instalaciones educativas, viviendas asequibles u otros proyectos que mejoren la calidad de vida de las comunidades.
La restauración y preservación de edificios históricos es un área que me interesa profundamente. Me gustaría liderar proyectos que rescaten y restauren estructuras significativas, preservando la historia arquitectónica y cultural.
La construcción es una industria global, y me gustaría desarrollar una red de colaboración internacional. Trabajar en proyectos que involucren equipos y desafíos en diferentes partes del mundo sería una experiencia enriquecedora.
Estas metas representan mi compromiso continuo con el aprendizaje, la innovación y la contribución al bienestar de las comunidades a través de la construcción. Cada proyecto, cada desafío, es una oportunidad para crecer y avanzar hacia estas metas a futuro.
Para finalizar, ¿puedes compartir alguna anécdota divertida o curiosa que hayas experimentado en una obra y que destaque la naturaleza única de tu profesión?
Una anécdota que siempre me saca una sonrisa ocurrió durante la construcción de un edificio residencial. Resulta que, durante la fase de excavación, encontramos algo que no esperábamos: ¡un antiguo baúl enterrado!
La excavadora descubrió este baúl misterioso mientras preparábamos el terreno. La expectación en el sitio de construcción fue instantánea. Todos estábamos ansiosos por descubrir qué tesoro o secretos podríamos encontrar dentro.
Resultó ser un baúl bastante antiguo y, después de abrirlo con cuidado, encontramos una variedad de objetos intrigantes. Había cartas manuscritas, algunas fotografías en blanco y negro, y hasta una colección de monedas antiguas. Era como si estuviéramos desenterrando una cápsula del tiempo.
Después de investigar un poco, descubrimos que el área donde estábamos construyendo tenía una historia fascinante y que el baúl probablemente pertenecía a una familia que vivía allí hace décadas. La experiencia no solo añadió un toque de emoción al proyecto, sino que también nos conectó de alguna manera con la historia del lugar.
Fue un recordatorio de que, en la construcción, nunca sabes qué puedes encontrar debajo de la superficie. La naturaleza única de nuestra profesión implica lidiar con lo inesperado y estar preparado para adaptarse a situaciones sorprendentes. Esa vez, el hallazgo de un baúl antiguo añadió un toque de magia a la obra y nos recordó la rica historia que yace bajo la tierra que trabajamos para transformar.
Redacción: Juan Ander M. (equipo qualat.com)
Ilustración: Martia in accion (equipo qualat.com)